miércoles, 14 de noviembre de 2007

Hasta mis hijos se dan cuenta.

Hola terrícolas:
Hoy les voy a contar sobre lo que mis hijos comentaban ayer durante la comida (uno de los pocos momentos que tenemos para compartir). Todo empieza hablando de cómo habían ido las clases del día, a lo que se quejaban de la carga ingente de trabajo para casa. Analizando los horarios hemos llegado a la conclusión que haciendo diariamente las tareas intentando llevar al día los conocimientos impartidos se quedarían sin tiempo real para el esparcimiento y el ocio (por fortuna los tres que aún conviven conmigo practican deportes). Los profesores, exigentes, dicen "no creo que en todo el día no tengan un ratito para dedicarle a la asignatura", pero claro, hay que tener en cuenta que su asignatura no es la única y que hay más cosas que hacer como alimentarse, labores hogareñas (procuramos las mínimas necesarias) , aseo, dormir y "SI NOS QUEDA ALGO" deporte , ocio y cultura o simplemente perder el tiempo (que también relaja a veces).
Si lo analizamos fríamente, nuestro "SISTEMA" aparca a nuestros hijos desde muy pronto (cada vez más) en "escuelas" cerradas con luz artificial (en la mayoría de los casos) durante almenos cinco horas diarias diez meses del año. Lo peor, repetimos curso tras curso los mismos e innecesarios conocimientos como humanos, pero si los que nuestra "sociedad" precisa de nosostros para que seamos buenos productores (no somos ni abejas ni hormigas, ¿o si? no se) y bajo la perspectiva de la competencia y del éxito individual y nunca o muy pocas veces enfocados al beneficio social. Este "aparcamiento de hijos", permite al sistema mantener libres de ocupación a sus progenitores, y así puedan seguir produciendo lo necesario para mantener su prole y además lo necesario para que el capital siga creciendo (parece que en la actualidad es más importante esto segundo) y con ello enriqueciendo cada vez más a sus propietarios (algunos molestos de que les llamen RICOS, otros orgullosos y otros a la espera de que les dejen entrar en el club).
Conclusión: "hasta mis hijos se han dado cuenta" de que esta sociedad actual, cada vez aliena más al humano y lo automatiza, robando su independencia y libertad desde el momeno del nacimiento y en favor de beneficio de terceros que acumulan y en la mayoría de los casos no pueden utilizar (qué sentido tiene en la vida amasar una fortuna que no se utiliza y se deja en herencia a quien no la ha trabajado).

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